diciembre 2, 2024

Si tratáramos de contar las bendiciones y privilegios que tenemos en Jesús, no sabríamos por dónde empezar. El Señor perdonó nuestros pecados, nos dio su Espíritu Santo y nos dio miles de promesas maravillosas en su Palabra.
Cuando meditamos en los beneficios de la salvación, tendemos a centrarnos en su aspecto más impactante.

Dios nos libró de la condenación eterna y quiere que pasemos la eternidad con él. Esta es una verdad maravillosa y digna de nuestra atención. Pero uno de los privilegios que deberíamos enfatizar más a menudo es el privilegio de caminar con Dios. Este es un honor que podemos disfrutar gracias a la obra del Señor Jesucristo.

En la Biblia tenemos el ejemplo de un hombre que caminó con Dios (Génesis 5:24). Las Escrituras no nos dan muchos detalles de su vida. Solo sabemos a quién engendró y cuántos años caminó con Dios antes de que se lo llevara. Génesis 5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.

Al leer estas palabras, debemos preguntarnos: ¿qué significa caminar con Dios? ¿Qué hizo Enoc para merecer estas palabras sobre él? ¿Qué podemos hacer para ser partícipes de esa bendición?

Caminar con Dios habla de tener una comunión íntima con Él

El caminar con Dios tiene que ver con la forma en que interactuamos con Él. Tiene que ver con cómo nos relacionamos con Él.

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El Salmo 25:14 dice: La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.

Notemos que el tipo de compañerismo del que se habla no es superficial sino íntimo. Para tener intimidad con alguien, debe haber una relación cercana . Es ahí cuando nos abrimos y compartimos nuestros secretos. Este texto nos muestra que Dios quiere revelar sus secretos a los que le aman.

2 Corintios 13:14 dice: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

La palabra comunión significa compañerismo, asociación y participación conjunta. Una de las bendiciones para el pueblo de Dios es la comunión con el Espíritu Santo. Para mantener esa comunión, uno debe mantener una comunicación continua con Dios.

Para caminar con Dios, debemos estar de acuerdo con él

Caminar se refiere a las acciones y decisiones que uno toma diariamente. Así que caminar con Dios se trata de compartir nuestros planes, sentimientos y pensamientos con Él. Sobre todo, se trata de hacer su voluntad y vivir en la Palabra.

Caminar con Dios se trata de obediencia. Si resisto sus palabras, ¿cómo puedo caminar con él? El Señor quiere que todos tengamos acceso a su presencia. Pero hay veces que vamos por otro lado. En lugar de ir en la misma dirección que Dios, elegimos un camino diferente.

¿Cómo podemos caminar con Dios si nos negamos a hacer lo que Él quiere? Asegurémonos de estar en su perfecta voluntad. Sólo así podremos andar con Él.

1 Juan 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

Para caminar con Dios es necesario tener fe

Hebreos 11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

¿Cómo podemos caminar con Dios si no creemos lo que Él dice? El secreto de Enoc fue que tenía una fe que lo mantuvo cerca de la presencia de Dios. Caminar con Dios no significa que sentiremos su presencia todos los días, que veremos una nube de gloria o recibiremos una revelación. Mas bien, significa que estamos seguros de Su presencia incluso cuando no lo sentimos. Para caminar con Dios, uno debe andar por fe y no por vista.

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