noviembre 21, 2024
Father's hand holding baby's hand

La lucha por las almas de nuestros jóvenes y niños arrecia cada día más. En muchas de nuestras iglesias, hay un éxodo de adolescentes corriendo hacia el mundo. Las estadísticas son alarmantes. "Si miras a tu alrededor en tu iglesia hoy, dos tercios de los jóvenes que están sentados entre nosotros ya se han ido en sus corazones… pronto se habrán ido para siempre."​ Así escribió Ken Ham en el libro “Already Gone.”

Pero a pesar de esta triste realidad, todavía hay esperanza. Todavía Dios no ha terminado con nosotros y con nuestros jóvenes. El Señor ha equipado a su pueblo con las herramientas necesarias para rescatar a los que se pierden adentro y afuera de la iglesia. Solo es cuestión de despertar y ponernos a trabajar.

Recordemos la encomienda que nos ha sido dada, “id y haced discípulos” (Mateo 28:19). Este llamado es para todo cristiano lavado con la sangre de Cristo. No se trata solo de evangelizar a los que están en el mundo, sino también a los que están creciendo entre nosotros.

Cuando Dios sacó al pueblo de Israel de la tierra de Egipto, les dio instrucciones claras para que instruyeran a sus hijos en la Palabra.

Instrucciones Divinas

Deuteronomio 6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. ​

Aunque Romanos 6 nos revela que nadie sino Cristo pudo guardar la ley, el principio que se enseña aquí es para todos los tiempos. La enseñanza de la palabra de Dios es necesaria en el Antiguo y el Nuevo Testamento. En Deuteronomio 6 vemos que no es necesario esperar por una lección bíblica formal para enseñar a nuestros niños. Con simplemente hablar de la palabra en nuestra vida diaria, estamos sembrando la semilla en sus corazones.

Deuteronomio 6:8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.​

Aquí vemos el poder de una enseñanza visual. Hoy más que nunca, nuestros niños y jóvenes son aprendices audiovisuales. Podemos hacer un trabajo más eficiente si desplegamos las Escrituras por todos los medios disponibles. Cada vez que un niño lee un texto bíblico, su mente y su corazón reciben alimento espiritual.

Israel Desobedece

Jueces 2:10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.​

Después que Israel conquistó la tierra de Canaán, y la generación de Josué y Caleb murió, la próxima generación no anduvo en la palabra de Dios. Es trágico lo que el texto dice de ellos. Esa generación no conocía a Jehová. Parece ser que sus padres no les enseñaron los caminos de Dios.

No permitamos que esto le ocurra a nuestra próxima generación. En Juan 17:3, el Señor revela que la vida eterna se trata de conocer al Padre y al Hijo. Nuestros niños y jóvenes necesitan ser saturados de la palabra para poder recibir fe y revelación de quién es Dios. Para que puedan conocerle y así ser salvos.

Cumpliendo con nuestra tarea

Hoy nos toca a nosotros la tarea, la responsabilidad de preparar la próxima generación. La tarea de enseñarles el evangelio de Jesucristo.

2 Timoteo 1:5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.

Aprendamos del ejemplo de Loida y Eunice quienes instruyeron a Timoteo en la palabra. Luego este varón trabajó con el apóstol Pablo, quien lo instruyó y lo preparó para el ministerio. Su liderazgo fue de bendición para Pablo y las iglesias que había levantado.

Para levantar nuevos líderes en la iglesia de hoy, necesitamos seguir el modelo de Cristo, ir a hacer discípulos. No puede haber discipulado sin enseñanza ni maestros; y esta labor requiere de paciencia y esfuerzo. Ojalá que respondamos al llamado del Señor. Preparemos la próxima generación.

4 thoughts on “PREPARANDO LA GENERACIÓN VENIDERA

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