julio 27, 2024
En Mateo capítulo 24 el Señor Jesús anuncia la destrucción del templo, las señales del tiempo del fin, y su segunda venida.
Herod's Temple

Mateo 24:1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. 2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Según los historiadores antiguos, el segundo templo de Jerusalén fue una de las obras de arquitectura más grandes del Medio Oriente. Aunque Esdras y Zorobabel fueron los constructores, fue el rey Herodes quien años más tarde lo renovó y aumentó su tamaño convirtiéndolo en una estructura maravillosa digna de admiración.

Fue la hermosura de ese templo que motivó a los discípulos a expresar su admiración con su Maestro. Sin embargo, ellos no esperaban recibir una respuesta tan perturbadora como la oyeron de la boca del Mesías. El Señor les anunció que no iba a quedar piedra sobre piedra que no fuera derribada.

Me imagino que las palabras impactantes que habían acabado de escuchar retumbaban en sus corazones. Para estos hombres era difícil imaginarse a Jerusalén sin el templo ya que representaba la columna vertebral de la religión del pueblo judío.

Cuando los discípulos compartieron su admiración por esta estructura con el Maestro, ellos no esperaban recibir una respuesta tan perturbadora de la boca del Cristo. Para ellos era difícil imaginarse a Jerusalén sin el templo.

De seguro que mientras caminaban desde el templo hasta el monte de los Olivos, los discípulos meditaban en el significado de estas palabras. Quizás se preguntaban cuanto tiempo faltaba para cumplirse lo que el Señor les había declarado, y cómo serían afectados por tan grande perdida.

Es por esto que deseosos por saber más acerca de la profecía dada por Cristo, los discípulos le preguntaron lo siguiente:

Mateo 24:3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

Si observamos bien la pregunta de los discípulos, veremos que se puede dividir en tres partes:

  • ¿Cuándo serán estas cosas?
  • ¿Qué señal habrá de tu venida?
  • ¿Qué señal habrá del fin del siglo?

Este tipo de pregunta trajo como respuesta información no solo acerca de la destrucción del templo, sino también de otros eventos proféticos de suma importancia para nosotros.

Señales – Falsos Cristos y rumores de guerras (vs. 4-6)

En su respuesta, lo primero que Jesús le advirtió a sus discípulos es que no se dejaran engañar por nadie. Esta advertencia es más pertinente hoy que en todos los tiempos de la historia de la iglesia. La realidad es que la iglesia de Cristo vive en un tiempo en el que muchos engañadores están arrastrando a las multitudes para seguir un evangelio diferente al que Cristo nos dejó.

Pero el engaño principal del que los discípulos debían cuidarse es del de los maestros con complejos de mesías. Este tipo de líderes pueden hacer gran daño a la fe de muchos que ignoran las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.

Además de los falsos Cristos, otra de las señales que habrían de venir es la de  rumores de guerras. Sin lugar a dudas, la humanidad ha visto el cumplimiento de esta palabra en muchas ocasiones. Pero no debemos olvidarnos que el mensaje de Cristo es que cada vez que esos rumores vengan, no debemos turbarnos como los que no conocen al Señor.

Aunque las noticias de conflictos bélicos pueden ser causa de pánico en muchos, debemos recordar que es necesario que la palabra de Dios se cumpla.

Guerras, pestes, hambre, terremotos (vs. 7-8)

Toda persona que tiene un conocimiento básico de la historia universal, sabe que la humanidad ha vivido en diferentes períodos en los cuales se han manifestado estas cuatro señales proféticas. Así que, la pregunta que debemos hacernos es ¿cómo podemos identificar estos sucesos como señales del tiempo del fin?

Creo que algo interesante acerca de estos diferentes eventos, es el aumento en la intensidad y la frecuencia con la que han venido sucediendo en el mundo. Lo que quiere decir que estos males que hemos visto cumplirse una y otra vez, van a seguir ocurriendo más y más hasta llegar al colmo de los juicios de la gran tribulación.

Notemos que estas señales anunciadas aquí tienen gran similitud con los cuatro jinetes del Apocalipsis, los cuales serán desatados en el período de los siete años del gobierno del Anticristo (Ver Apocalipsis 6:1-8)

Persecución – Tribulación (vs. 9-13)

La siguiente señal que el Señor les anunció fue acerca de la tribulación que tendrían que pasar sus seguidores por causa de su nombre.

La palabra “entonces” del versículo 9 se refiere a un tiempo específico. Es lo mismo que decir “cuando” o “en aquel tiempo”. Es decir, que en el tiempo cuando se vieran las señales anunciadas aquí, también se van a ver las persecuciones anunciadas.

Muchos saben que la iglesia ha pasado por diferentes períodos de persecución y violencia, y que actualmente en muchos países los cristianos están siendo perseguidos por causa del evangelio. Pero creo que esta profecía tiene todavía un cumplimiento futuro del cual debemos estar pendientes.

Predicación del evangelio del reino (vs. 14)

Jesús nos dice que después de que el evangelio sea predicado en todo el mundo, entonces vendrá el fin. Esta profecía ha causado que muchos digan, “bueno, si es necesario que el evangelio sea predicado en todo el mundo, antes del fin, entonces podemos estar seguros de que el Señor no regresará por mucho tiempo, porque aún hay millones de millones que no han oído el evangelio.”

Esta es una actitud carnal y muy peligrosa, porque que el Señor frecuentemente nos amonesta en su palabra a que velemos por su regreso continuamente. Una y otra vez encontramos que el Señor instruyó a sus discípulos a esperar por su retorno inminente. Si ignoramos la instrucción de nuestro Maestro, seremos sorprendidos sin estar preparados para volar con Él.

Gran Tribulación (vs. 15-22)

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Después de anunciarles que ocurrirá cuando el evangelio sea anunciado en todo el mundo, Jesús les citó a sus oyentes un término profético llamado "la abominación desoladora" el cual se encuentra en el libro de Daniel (Daniel 11:31; 12:11).

La abominación desoladora es una expresión que se refiere a la profanación del lugar santísimo en el templo de Jerusalén. Esta fue anunciada de antemano al profeta Daniel y tuvo su cumplimiento en el 167 AC cuando Antíoco Epífanes contaminó el templo ofreciendo cerdos en holocausto y colocando una estatua de Zeus en el lugar santísimo.

Ahora bien, notemos que al hacer referencia a esta profecía, el Señor Jesús añade, “el que lee entienda.” En otras palabras, lo que el Señor quiere decir es que esta profecía es de doble cumplimiento. O sea que, aunque esa palabra ya se había cumplido una vez en Antíoco Epífanes, el santuario iba a ser nuevamente profanado por los romanos en el año 70 DC, y volverá a tener lugar cuando ocupe el lugar santo del templo futuro durante el gobierno del Anticristo (2 Tesalonicences 2:3-4).

Esa última abominación desoladora va a traer como resultado un lapso de tiempo de mucho dolor y sufrimiento en el mundo.  En el versículo 9 de Mateo 24 el Señor habló de tribulación en general para aquellos que le sirven y creen en su nombre, pero en el versículo 21 Él utiliza un término diferente llamado “gran tribulación.”

La gran tribulación tomará lugar en la segunda mitad del reinado del Anticristo, el cual durará siete años. Lo que quiere decir que por tres años y medio la tierra va a experimentar un tiempo de sufrimiento tan terrible, que el Señor dice que no se puede comparar con ningún otro tiempo de dolor en la historia humana. 

Falsos cristos, falsos profetas (vs. 23-28)

Otra de las señales que hemos visto cumplidas es la de falsos Cristos, la cual ya ha sido mencionada en el versículo cinco. Pero aquí nuestro Señor Jesucristo nos enseña que cuando se trata de su venida visible a la tierra, no hay porque caer en el engaño, pues su venida será tan gloriosa y estrepitosa que ningún falso maestro la podría imitar.

Sin embargo, debemos distinguir entre la venida visible del Señor Jesús y el arrebatamiento de la iglesia, lo cual tomará lugar antes de la gran tribulación.

Mateo 24:28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

Esta declaración tan extraña puede referirse a las repercusiones que vendrán sobre todos los que peleen contra el Cordero en la batalla de Armagedón. De hecho, muchos teólogos ven este versículo como una referencia directa a Apocalipsis 19:17-18

La venida visible del Señor Jesucristo (vs. 29-31)

En los siguientes versículos el Señor revela lo que acontecerá al final de la gran tribulación, antes de su aparición gloriosa en las nubes. En aquellos días se manifestarán grandes señales en los cuerpos celestes.

El libro de Apocalipsis nos da más detalles de lo que acontecerá en ese tiempo.

Apocalipsis 6:13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.

Apocalipsis 8:12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.

En el versículo 30 tenemos el retorno visible de nuestro Señor, quien vendrá para destruir a sus enemigos, juzgar a las naciones, y establecer su reino milenial sobre este mundo.

Mateo 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Hay muchos que interpretan Mateo 24 como una profecía que se cumplió en su totalidad en la destrucción de Jerusalén en el año 70 D.C. Pero para tomar esta posición teológica se tienen que ignorar muchos detalles importantes, o alegorizar muchos de los eventos anunciados por el Señor. 

Mateo 24 es un capítulo con muchas dificultades para todo estudiante serio de las Escrituras, sin embargo, si nos enfocamos en el mensaje principal de nuestro Señor Jesucristo, estaremos preparados para el día en que levante a su pueblo.

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