julio 27, 2024

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Cuan dificil es entender la gracia de Dios. Podemos entender el concepto y la doctrina de la gracia en nuestra mente, pero nuestros corazones carecen de comprensión. Podemos definir el significado de la palabra, pero solo el Espíritu Santo nos puede dar revelación. La necesidad de revelación o iluminación de esta virtud divina es la razón por la que muchos cristianos no viven en victoria y porque otros no pueden levantarse.

Qué no es la gracia de Dios

En nuestros estudio anterior discutimos que algunos cristianos temen tratar el tema de la gracia de Dios. Muchos piensan que si se predica mucho este tema, algunos podrían pensar que pueden pecar sin temor del castigo de Dios.

Es cierto que algunos tuercen la enseñanza de la palabra de Dios para su perdición. Judas 1:4 dice: Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

Una de las formas en que se convierte en libertinaje la gracia de Dios es cuando se enseña al pueblo a ignorar las leyes establecidas por el Señor Jesucristo. Ejemplo: Cuando escuchamos enseñanzas poniendo en poco la necesidad del ayuno, usando como pretexto que las obras no nos salvan, estamos presenciando el libertinaje de la gracia.

La gracia de Dios no es libertinaje ni licencia para pecar. La gracia de Dios no es anarquía ni inmoralidad. Sabemos que el Señor ha establecido claramente cuáles son las normas espirituales por las que debemos vivir sin perder de vista el poder de su gracia.

Evitando los extremos

Debemos ejercer extrema vigilancia para evitar caer en el extremismo. El extremismo liberal en el cristianismo quita el temor de Jehová de la consciencia de los creyentes. Una vez que el cristiano peca y no siente dolor por su fracaso confiando en que Dios le perdonará siempre, ya ha caído en el libertinaje de la gracia.

Por otro lado debemos cuidarnos del extremismo conservador, porque si el liberal nos lleva al libertinaje, el extremismo conservador nos lleva al fariseísmo. Si no somos cuidadosos podemos llegar a confiar en nuestras obras y esfuerzos para agradar a Dios y para alcanzar la salvación. Cuando creemos que estamos bien con Dios porque ayunamos y oramos más que los demás, hemos caído en religiosidad. Es necesario buscar a Dios en oración y ayuno, pero es su gracia y misericordia que nos dan el poder para buscar su rostro.

Victoriosos en Cristo

Hay muchos cristianos que no logran avanzar en la fe. Muchos fracasan debido a que están tratando de agradar a Dios por sus propias fuerzas. En su celo por las cosas de Dios, se esfuerzan en disciplinar su carne con el fin de andar en santidad. En el Nuevo Testamento “la carne” se refiere a las pasiones y deseos pecaminosos que luchan contra el espíritu. Después de un tiempo de batalla con los apetitos de la carne, estos creyentes terminan en el fracaso al caer derrotados en la tentación.

Lo primero que debemos entender es que la carne no puede ser disciplinada. No hay forma en que podamos entrenar las pasiones de la carne para sujetarse a la voluntad del alma. Posiblemente una persona logre controlarse por un tiempo, pero tarde o temprano caerá ante la presión del deseo.

Si pudiéramos ser victoriosos contra el pecado en nuestras propias fuerzas, Cristo no hubiese tenido que venir a salvarnos. Si queremos tener éxito en la vida cristiana, debemos recordar que Cristo es el centro de nuestra fe. Es en Él que somos victoriosos.

1 Corintios 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Esta palabra es una promesa maravillosa para todos los que andamos por la senda angosta. Por muy débiles que seamos, si estamos en plena comunión con Cristo, Dios nos dará la victoria siempre.

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