julio 27, 2024

No recuerdo que año era, ni tampoco cual era mi edad. Lo que no puedo olvidar es la maravillosa experiencia que tuve con el Espíritu Santo de Dios. Quizá era un adolescente de 14 o 15 años  de edad viviendo en mi pueblo natal, Navarrete, en República Dominicana. Desde que nací tuve el privilegio de tener unos padres que servían al Señor y siempre me llevaban a la iglesia. En una de esas ocasiones, posiblemente en el 1989, fuimos al templo a adorar a Dios.

No se si era un culto de oración, pero en un momento del servicio estábamos todos tomados de las manos orando fervientemente al Señor. Cuando de repente cayo el poder de Dios sobre mi con una intensidad tan grande que era difícil soportar. Puedo decir que sentía un fuego que cubría todo mi cuerpo. Mi rostro ardía a causa de esa unción tan especial. Sentía como que de los poros de la piel salían llamas. Aunque el fuego natural es muy doloroso en nuestra carne, lo que sentía no me hacia daño, sino que era muy agradable y la misma vez rebosante.

Cuando el Espíritu me cubrió con ese poder tan terrible, inmediatamente comencé a alabar a Dios gritando una y otra vez ¡gloria a Dios! ¡Aleluya! Lo interesante es que yo no pensé ni planee decir esas alabanzas, sino que brotaron de mi interior como una fuente incontrolable. Esta experiencia me hizo entender porque los querubines no se cansan día y noche de adorar a nuestro Dios. "Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir." (Apocalipsis 4:8).

Yo solo recibí una chispa de su gloria y no me pude contener. Imagina lo que es estar rodeando su trono, sintiendo el impacto de su presencia desde tan cerca, y viendo su hermosura continuamente. Estos seres vivientes habitan en una dimensión de poder sobrenatural que no podemos comprender.  Al estar bajo la intensa presencia del Todopoderoso, mientras alababa su nombre sin cesar, caí postrado sobre mis rodillas y le adore hasta que él termino su obra en ese momento.

En Isaías 33:14 dice: Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?  Esta palabra revela que Dios es como fuego consumidor y como tal destruirá todo lo que es contrario a su naturaleza. Si queremos habitar con Él debemos tener parte de su naturaleza en nosotros. Cuando se le apareció a Moisés lo hizo en una zarza que ardía y no se consumía (Éxodo 3). Ese fuego todavía se manifiesta en estos tiempos modernos. ¡Gloria a Dios!

He tenido muchas experiencias con Dios, pero esta marco mi vida de tal manera que aun después de tantos años no la puedo olvidar. La he compartido en esta pagina con el deseo de provocar un anhelo de conocer mas de Dios en aquellos que le conocen. Si crees en Dios y en su palabra (la Santa Biblia), pero nunca has sentido su presencia, quiero que sepas que Él es real. Dios no es un mito, ni un cuento de hadas. Él declaro "y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías 29:13). Esta es su promesa. Búscale con fe y lo encontrarás.

4 thoughts on “MI EXPERIENCIA CON EL FUEGO DE DIOS

  1. Buenos Dias, me alegra bastante que usted haya tenido esa bonita y extraordinario experiencia. Yo tambien tube algo similar a lo que le paso a usted. La unica diferencia era que yo sentia rayos, que me quemaba desde la cabeza hasta los pie pero yo no estaba, bautisada y esa experiencia me hiso buscar del. Senor mas rapidamente. Que Dios le sigua bendiciendo a usted y su familia.

    1. Yo Tambien a los 12 años después de ver un testimonio cristiano, ese día a la noche me acosté con mis papás, yo en el centro ya que estaba asombrado de todo lo que el testimonio revelaba sobre un mundo espiritual, el cúal yo no conocía y era la primera vez que escuche sobre todo ello.. es ahí en medio de mis padres justo cuando empezaba a dormirme que me despertó un fuego interno profundo que pensé que me estaba quemando, grite y asusté a mis padres, el fuego avanzaba de los pies a la cabeza y les decia que había un fuego que me estaba quemando, ellos levantaban la sabana y no veían nada y mi padré me dijo que quizás eso era Dios.. entonces el fuego me consumió hasta la cabeza y sentí paz inmensa como si estuviera en el cielo, siempre me he preguntado que habrá sido y es la primera vez que escucho un testimonio similar. bendiciones

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