GUERRA CONTRA SATANÁS

Por muchos siglos la raza humana ha sido el blanco de un querubín caído. Su odio hacia el hombre es alimentado por su enemistad hacia el Creador. Desde que Dios puso a Adán y Eva en el jardín del Edén, Satanás se ha empeñado en destruir la humanidad. Y aunque logró hacer caer al hombre en el pecado, el diablo no anticipó el plan de redención. Su imperio de muerte fue destruido con la resurrección de Jesucristo.

Ahora, a través de la sangre de Jesús, toda persona nacida de nuevo tiene poder y autoridad para vencer las fuerzas del mal. Podemos enfrentar al enemigo sin temor. Nuestra misión es resistirlo a él y todas sus huestes por la fe en Cristo.

Quién es Satanás

En la Biblia, Satanás lleva los siguientes nombres: el diablo, Satanás, la serpiente antigua, el dragón, el leviatán, entre otros.

El vocablo diablo viene del griego diabolos que significa acusador. Según el Diccionario Vine, se usa 34 veces como un título de Satanás, el Diablo (la palabra inglesa se deriva del griego); una vez de Judas, Juan 6:70, quien, en su oposición a Dios, actuó como el diablo. Aparte de Juan 6:70, nunca se habla de los hombres como demonios. Siempre debe distinguirse de daimon, «un demonio». Se encuentra tres veces, 1Ti 3:11; 2Ti 3:3; Tts 2:3, de los falsos acusadores, calumniadores. Dicc. Vine

Satanás, del hebreo שָׂטָן (śāṭān), significa adversario. Lo que quiere decir que este término se puede aplicar a cualquier persona que se opone a alguien. De hecho, la primera vez que esta palabra aparece en la Biblia, no se refiere al diablo

Números 22:22 Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario (śāṭān) suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos.

Traigo este ejemplo solo para señalar el significado literal de esta palabra. Cuando la Biblia se refiere a Satanás, el término se puede traducir como “el adversario».

En el griego, el vocablo es Σατανᾶς (satanas).

Una guerra contra su ejército

Ahora bien, aunque tenemos guerra contra el adversario, la mayoría de nosotros no lo va enfrentar directamente. Satanás no es omnipresente. Al igual que todo ser creado, no puede estar en más de un lugar a la misma vez. Por lo que cuando la Biblia habla de nuestra lucha en su contra, se está refiriendo a Satanás y todo su ejército. Cuando reprendemos y echamos fuera al diablo, estamos incluyendo a los espíritus malignos que le sirven.

Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Nuestra lucha contra el pecado nos hace el blanco de nuestro enemigo principal, el diablo y su ejército, quien intenta hacernos perder nuestra libertad en Cristo y que volvamos a la esclavitud del pecado.

Satanás y sus secuaces siempre están acechando a los creyentes, buscando la oportunidad de destruirlos o hacerlos caer con alguna tentación o engaño. Pero el diablo no ataca al cristiano desorganizadamente. Su reino está organizado en diferentes niveles de autoridad.

En Efesios 6:12 se nos dan algunos detalles de la jerarquía del ejército del mal. En primer lugar, se nos dice que el cristiano no pelea con un enemigo natural, sino contra espíritus malignos de diferentes rangos.

  • Principados (gr. arche)
  • Potestades (gr. exousia)
  • Gobernadores (gr. kosmokrator)
  • Huestes (gr. ponēria)

La palabra griega arche que se utiliza para principados es utilizada para describir cosas en una serie, como líderes, gobernadores, y magistrados. Como nos muestra Daniel capítulo 10, estos seres están asignados sobre naciones y ciudades.

En el original, en vez de “huestes” el texto sólo menciona “malicias espirituales.” Creo que el vocablo “huestes” se añadió en la traducción de la Reina Valera para dar más claridad al texto bíblico.

La Misión del Creyente

1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

Esta escritura nos enseña qué debemos hacer para vencer al tentador. Primero, es necesario ser sobrios. El diccionario de Vine dice que ser sobrio es “estar libre de la influencia de intoxicantes». Lo quiere decir que el creyente debe tener su mente alerta y en control. Solo así podemos hacer el siguiente paso, velar.

La vigilancia, en el aspecto espiritual, nos permite identificar el ataque del enemigo. Un creyente que duerme espiritualmente, es presa fácil del tentador.

Después de ser sobrios y velar, tenemos que resistir al enemigo. El verbo resistir significa «contraponer» (anti, «contra», histemi, «hacer que se mantenga»). Es pararse firme en oposición.

Hay momentos en los que nos faltan las fuerzas, y pensamos, «no puedo más.» Cuando nos sentimos cansados o afligidos, nos preguntamos cómo podremos resistir al diablo. Pero debemos recordar que Dios no nos manda a hacer lo que no podemos hacer. Si él nos ordena a resistir al adversario es porque nos ha dotado de poder y autoridad para hacerlo.

Es tiempo de reconocer quienes somos en Cristo Jesús. Por su preciosa sangre y el poder del Espíritu Santo somos más que vencedores.

ORDEN O DESORDEN ESPIRITUAL

Dentro de la ciencia Física, existe una rama de estudio conocida como termodinámica. La termodinámica estudia los efectos de los cambios de temperatura, presión y volumen de un sistema físico (un material, un líquido, un conjunto de cuerpos, etc.) a nivel macroscópico. https://energia-solar.net/termodinamica

Una de las leyes de la termodinámica es la entropía que, entre otras cosas, revela un aumento gradual de desorden en el universo. Esto quiere decir que todo lo que vemos en el cosmos tiende a desorganizarse y decaer.

“La entropía no es el desorden sino una medida del desorden. De acuerdo con la Segunda Ley de la Termodinámica, todos los sistemas cerrados se esfuerzan por maximizar la entropía. Revertir esta tendencia cada vez mayor hacia el desorden requiere el aporte de energía. Es por eso que la limpieza es tan agotadora. Si se deja sola, su casa se llenaría de polvo, las arañas se mudarían y, finalmente, se desmoronaría.” https://www.realclearscience.com/lists/10_greatest_ideas_in_the_history_of_science/entropy_universe_tends_toward_disorder.html

Desorden en lo Espiritual

De manera similar, nuestra vida espiritual puede sufrir un cambio gradual hacia el desorden. Si no somos cuidadosos, poco a poco permitiremos comportamientos pecaminosos en nuestras vidas.

Nuestras acciones reflejan si estamos caminando en orden o no delante de Dios. Nuestras decisiones, rutinas y acciones diarias demuestran si hemos caído en un caos espiritual.

Ya vimos que se requiere de energía para revertir los desórdenes físicos en nuestro mundo. Si no trabajamos para ordenar nuestro ambiente, será imposible revertir el problema.

Igualmente, si no actuamos para contrarrestar el desorden espiritual, andaremos desordenadamente. Solo la palabra de Dios nos puede ayudar a ordenar nuestras vidas.

Orden en la Palabra de Dios

Salmo 119:133 Ordena mis pasos con tu palabra, Y no se enseñoree de mí la iniquidad.

Los pasos del hombre simbolizan sus decisiones en la vida diaria. Usualmente tomamos decisiones que nos alejan de Dios, resultando en confusión en nuestras vidas.

A veces damos pasos torcidos porque una iniquidad nos esclaviza en el alma. No obstante, el Señor puede guiar nuestro caminar con su palabra, ayudándonos a vivir rectamente.

Que esta palabra nos inspire a pedirle al Señor que nos guíe en nuestras decisiones. Que podamos seguir los pasos de nuestro Señor Jesucristo.

RENOVANDO NUESTRA MENTE 2

Mateo 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

En este versículo de la Biblia, el Señor Jesucristo revela el origen del mal en los seres humanos. Del corazón no regenerado proceden los pecados que contaminan al hombre. En este texto, el corazón no se refiere al órgano que bombea sangre al cuerpo. En cambio, se refiere al hombre interior, el alma humana. Esa es la fuente de malos deseos y malos pensamientos en los seres humanos.

Cuando alguien nace de nuevo, Dios regenera el espíritu y le da a esa persona la mente de Cristo. Pero para mantener esta nueva naturaleza, el seguidor de Cristo necesita renovar el entendimiento con su Sagrada Escritura. Sólo entonces el individuo podrá amar a Dios con todo su ser.

Mateo 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

Cuando se trata del amor, la gente suele pensar que solo amamos con en el corazón o el alma. Muchos libros, poemas y novelas conectan el amor con estas partes de nuestro ser. Pero rara vez se piensa en amar con la mente. Jesús dice que Dios quiere que lo amemos también con toda nuestra mente. Lo que significa que Él debe ocupar el primer lugar en nuestros pensamientos. Cristo está tan interesado en esto que él busca esta virtud en nuestro vidas.

Apocalipsis 2:23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

En su palabra de juicio a la iglesia de Tiatira, el Señor hace una declaración reveladora. Dios escudriña, estudia o analiza la mente y el ser interior de sus hijos. Quizas algunos se pregunten, si Dios es Omnisciente, ¿por qué necesita examinar a las personas? Después de todo, Él lo sabe todo.

Esta expresión demuestra que Dios siempre está atento a lo que pensamos. De hecho, Él no solo juzgará la obra de cada persona, sino tambien los pensamientos e intenciones del corazón.

Efesios 4:17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,

Después de la experiencia del nuevo nacimiento, el creyente no debe pensar como antes, con una mente vanidosa. Vanidad viene de la palabra griega mataiotēs, que significa inutilidad; figurativamente transitoriedad; depravación moral.

Esa es la condición de la mente pecaminosa, llena de pensamientos inútiles y depravados. Pero el que ha nacido de nuevo tiene un nuevo entendimiento y deja de lado el viejo hombre.

Efesios 4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,

La naturaleza pecaminosa debe ser puesta a un lado, ya que le es imposible agradar a Dios por la corrupción del pecado.

Efesios 4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente

Una vez más, se enfatiza la necesidad de renovar la mente. Si el creyente se descuida de esta labor caerá en los deseos engañosos del viejo hombre. Pero cuando renueva el espíritu de tu mente, es decir, en todas las facultades y poder de su entendimiento, entonces puede vestirse del nuevo.

Efesios 4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

En los salvados, el nuevo hombre fue creado cuando nacimos de nuevo. Pero es nuestra responsabilidad mantenernos vestidos con él a traves de la renovación espiritual.

En los cristianos, Dios creó al nuevo hombre cuando entregamos nuestras vidas a Cristo.. Es por eso que 2 Corintios 5:17 dice: «Si alguno está en Cristo, nueva criatura es». Sin embargo, es nuestra responsabilidad mantenernos vestidos de esta nueva naturaleza a través de la renovación espiritual.

Colosenses 3:9-10 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno…

El que ha nacido de nuevo no puede mentir porque la palabra de Dios llene su mente y corazón. El Señor reveló esta verdad en Hebreos 10:16, diciendo: Él escribiría Sus leyes en la mente de Sus hijos.

También el nuevo hombre debe ser renovado. Tenga en cuenta que esta renovación proviene del conocimiento, pero no de ciencia humana, sino de Dios. Solo el Espíritu y la Palabra de Dios pueden alimentar el intelecto espiritual y llevarnos a un conocimiento profundo de Él.

Lo que indica que nuestro intelecto espiritual debe crecer de día en día en la Palabra. En Oseas 4:6 Jehová el Señor nos dice que su pueblo pereció porque le faltó conocimiento. No debemos estar estancados mentalmente, sino aprendiendo más y más los caminos de Dios. De esta manera siempre tendremos una mente renovada.

En Oseas 4: 6, el Señor Dios dice que su pueblo pereció por falta de conocimiento. No debemos estancarnos mentalmente, sino aprender más y más los caminos de Dios. De esta forma, siempre tendremos una mente renovada.